jueves, 13 de febrero de 2014

EL GAS RADÓN - ACTIVIDAD SÍSMICA Y VULCANOLÓGICA

La predicción de terremotos consiste en la predicción de que un terremoto de una magnitud específica ocurrirá en un lugar particular en determinado momento. A pesar de considerables esfuerzos en investigación por parte de sismólogos, no se pueden hacer predicciones científicamente reproducibles para un día o mes específico.


No obstante, en el caso de los mapas de evaluación del peligro sísmico de fallas estudiadas, es posible estimar que la probabilidad de un terremoto de un tamaño dado afectará un lugar determinado durante un cierto número de años. La capacidad general para predecir terremotos, ya sea en forma individual o en una base estadística, sigue siendo remota.

Una vez que un terremoto ya ha empezado, los dispositivos de alerta temprana pueden proporcionar una advertencia de pocos segundos antes de que los principales temblores lleguen a un lugar determinado. Esta tecnología aprovecha las diferentes velocidades de propagación de los varios tipos de vibración producidos. También son probables las réplicas tras un gran terremoto y, por lo general, están previstas en los protocolos de respuesta a desastres naturales.

Técnicas de predicción

En el esfuerzo por predecir terremotos, se ha tratado de asociar un terremoto inminente con fenómenos tan variados como los patrones de sismicidad, campos electromagnéticos, movimientos del suelo, condiciones meteorológicas y nubes inusuales, contenido de gas radón o hidrógeno del suelo o agua subterránea, comportamiento animal y las fases de la luna.

Se han producido muchas teorías y predicciones pseudocientíficas. La aleatoriedad natural de los terremotos y la actividad sísmica frecuente en ciertas áreas pueden ser utilizadas para hacer "predicciones" que pueden generar credibilidad injustificada. Generalmente, tales predicciones dejan ciertos detalles sin especificar, lo que incrementa la probabilidad de que los vagos criterios de predicción se reúnan y se ignoren los terremotos que no fueron previstos.

Evaluación de las teorías de predicción

En California, se ha establecido un Consejo de evaluación de predicción de terremotos y Estados Unidos cuenta con un consejo similar a nivel federal, aunque ninguno de ellos ha adoptado algún método fiable para predecir terremotos.

Las evaluaciones científicas de las supuestas predicciones buscan los siguientes elementos: una ubicación o área específica, un lapso de tiempo determinado, un rango de magnitud particular y una probabilidad específica de ocurrencia.

Radón

La concentración de radón en el suelo ha sido utilizado de manera experimental para ubicar fallas geológicas cercanas a la superficie, ya que la concentración es generalmente más alta sobre las fallas. Algunos investigadores han tratado de probar que las concentraciones elevadas de radón en el suelo o los cambios rápidos en las concentraciones de radón en el suelo o agua subterránea pueden servir para predecir terremotos.

La hipótesis consiste en que la compresión en torno a una falla cercana a romperse podría producir emisiones de radón, como si el suelo estuviera siendo exprimido por una esponja; por tanto, una mayor emisión de radón anticiparía la llegada de un terremoto. Tal hipótesis ha sido estudiada en los años 1970 y 1980, cuando se realizaron mediciones científicas de las emisiones de radón cerca de fallas geológicas hallaron que los terremotos ocurrieron a menudo sin señal de radón. Asimismo, se detectaron emisiones de radón sin que fueran seguidas por un terremoto. Dada la ausencia de resultados fiables, la hipótesis fue desestimada por la mayoría de sismólogos hasta hace poco; sin embargo, esta fue retomada debido a que el terremoto de L'Aquila de 2009 fue precedido por las predicciones del sismólogo italiano Giampaolo Giuliani sobre un inminente terremoto, quien basó su pronóstico en los aumentos de las concentraciones de gas radón en zonas sísmicamente activas.

En diciembre de 2009, Giampaolo Giuliani presentó su investigación a la American Geophysical Union en San Francisco y fue, posteriormente, invitado por dicha organización a participar en desarrollar un sistema de alerta temprana de sismos a nivel mudial. A pesar de ello, Emilio Carreño, director de la Red Sísmica Española, declaró que las emisiones de radón no pueden utilizarse como un método de predicción preciso; mientras que la geofísica María José Jurado manifestó que se trató de una "coincidencia".

En 2009, la hipótesis seguía siendo investigada por la NASA como una posible herramienta de predicción de terremotos.


El método VAN

Artículo principal: Método VAN

El método VAN es un método experimental de predicción de terremotos propuesto por el profesor Varotsos, Alexopoulos y Nomicos en los años 1980, cuyas iniciales le dieron nombre. Se base en la detección de "señales sísmicas eléctricas" a través de una red telemétrica de barras de metal conductor insertas en el suelo. El método se origina en las predicciones teóricas de P. Varotsos, un físico de la Universidad de Atenas.

Predicción por sismos iniciales

Los sismos iniciales son temblores de magnitud media que preceden a los terremotos. Un incremento de la actividad de sismos (en combinación con indicaciones presupuestas como los niveles de agua subterránea y comportamiento animal extraño) permitió la evacuación exitosa de un millón de personas un día antes del terremoto de Haicheng, el 4 de febrero de 1975, por parte de la Oficina Sismológica estatal de China.

Mientras que el 50% de los terremotos son precedidos por sismos, solo alrededor del 5 al 10% de los sismos menores resultan ser sismos iniciales, lo que da lugar a falsas alarmas.

Triboluminiscencia

Un posible método para predecir terremotos, aunque todavía no ha sido aplicado, es la triboluminiscencia. Estudios del Instituto de Investigación Nacional Industrial de Chugoky llevados a cabo por Yoshizo Kawaguchi han mostrado que al fracturarse, el dióxido de silicio libera luz roja y azul por un período de unos 100 milisegundos. Kawaguchi lo atribuyó a la relajación de las uniones libres y de átomos de oxígeno inestable que quedan cuando las uniones de oxígeno y dióxido de silicio se rompen debido a las tensiones dentro de la roca.

Alerta temprana

Un sistema de alerta temprana de terremotos consiste en una red de acelerómetros, comunicación, computadoras y alarmas, diseños para la notificación regional de un sismo sustancial cuando está en progreso. Japón, México y Taiwán cuentan con sistemas de alerta temprana.

Problema de la magnitud

Richard Allen de la Universidad de California sostiene que la distinción entre un sismo pequeño y un terremoto puede ser establecida durante los primeros segundos que la energía sísmica es registrada por los sismógrafos; sin embargo, otros científicos no están convencidos. De ser cierta la afirmación, los sistemas de alerta temprana de terremoto (que no su predicción) podrían tornarse más potentes. Mientras más temprano sea estimada la magnitud de un terremoto, será más útil la alerta temprana; no obstante, las alertas tempranas aún pueden ser efectivas sin la capacidad de inferir la magnitud de un sismo.


Comportamiento animal

Se ha postulado que el comportamiento animal registrado antes de un terremoto consiste simplemente en su respuesta al incremento de señales electromagnéticas de baja frecuencia. Un estudio de la Universidad de Colorado en Boulder ha demostrado que la actividad electromagnética puede ser generada por la fractura de roca cristalina, que ocurren en las fallas geológicas antes de un terremoto. Los sensores electromagnéticos obtienen resultados estadísticamente válidos en la predicción de terremotos.

En Italia, un estudio de 2009 halló que los sapos son capaces de detectar señales presísmicas.

EQUIPOS PARA MONITOREO DE ACTIVIDAD SÍSMICA Y VULCANOLÓGICA 

Sistemas de medición de gas radón

Sistemas e instrumentos para la medición profesional de niveles de gas radón y torón en el aire; medidores de radón en continuo y sistemas pasivos. Sistemas para el análisis de concentraciones de radón en agua y en el suelo.

El RAD7 mide continuamente, concentraciones de gas radón y torón, mostrando ambos en espectro impreso, también funciona como un "husmeador" a través de una señal sonora de cuentas para localizar los puntos de entrada de radón. La unidad se caracteriza por ser el sistema de más rápida respuesta y tiempo de recuperación en el mercado, y por ser también, capaz de medir concentraciones de radón de nivel de acción de 200 Bq/m3 (límite para nuevos edificios en EU) en menos de 1 hora con 10% de desviación estándar. La ausencia virtual de fondo intrínseco (0.2 Bq/m3) permite al RAD7 tener un umbral de detección extremadamente bajo, midiendo fácilmente por debajo de 4 Bq/m3. El instrumento es controlado por un microprocesador, con instrucciones paso a paso para su fácil manejo. Los datos se pueden mostrar en la pantalla LCD de la unidad, imprimir con una impresora externa o descargarlos a un PC para su posterior análisis. La unidad es un sistema portátil independiente con una bomba de aire incorporada, suministrada en una funda protectora, peso total 5 Kg. Los accesorios adicionales permiten la medida de radón en suelo y agua (medición continua o de muestras); los accesorios de RAD AQUA medidor continuo de agua permiten la medición de concentraciones de radón en agua tan bajas como 1 Bq/m3.


El sistema E-PERM utiliza dispositivos pasivos integradores reutilizables, conocidos como cámaras iónicas de electretes, los cuales son emplazados en un lugar de medición durante un período de tiempo específico para, posteriormente, proceder a su lectura con un lector de voltaje de electretes. Las concentraciones de radón se calculan a continuación, a partir de la reducción del voltaje del electrete, usando un computador portátil o PC. Las cámaras iónicas de electretes son mecanismos de bajo coste y se suministran en cantidades de 10 unidades, por lo que se pueden llevar a cabo, simultáneamente, medidas en diferentes lugares. Están disponibles cámaras de corto plazo (período de medida desde varios días hasta varías semanas, sensibilidad 300 Bq/m3-días con eletrete de corto plazo) y cámaras de largo plazo (período de medida desde varias semanas hasta varios meses, sensibilidad 75 Bq/m3-días con electrete de largo plazo). Dada su característica de mecanismos pasivos sin partes móviles o componentes electrónicos, las cámaras iónicas de electretes son apropiadas para ser utilizadas en un amplio rango de localizaciones y condiciones. También están disponibles accesorios para medir el radón en agua.


El Radon Scout es un equipo de uso muy fácil, que mide la concentración de radón en el aire, actualizando los datos cada hora (también se puede especificar un periode de integración de 3 horas). Puede medir una concentración de 100 Bq/m3 en 2 -3 horas. Se conecta a un PC para descargar y visualizar los datos, software incluido (la versión Radon Scout Plus además incorpora una pantalla pequeña para mostrar el nivel de radón). La memoria interna de los Radon Scouts puede almacenar 670 puntos de medición (1 mes de datos @ 1 medición/hora), incluyendo el nivel de radón en Bq/m3, tiempo de exposición, temperatura, humedad relativa, y precisión (el Radon Scout Plus también mide la presión atomsférica). Los equipos usan 2 pilas "D", y la versión Radon Scout Plus además tiene una conexión para una fuente de alimentación externa. El Radon Scout Plus es idóneo para mediciones de largo plazo en lugares de trabajo, viviendas, edificios públicos, etc debido a su operación indefinida con una fuenta externa.


Referencias
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↑ a b David Mediavilla, Público. «"La predicción del seísmo fue una coincidencia"» (en español). Consultado el 7 de abril de 2009.
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↑ Can Scientists Predict When Quakes Will Strike?
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↑ Rachel Abercrombie (9 de noviembre de 2005).
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↑ Toads can 'predict earthquakes' and seismic activity, BBC News, 31 de marzo de 2010.
Bibliografía
Yan Y. Kagan (1997). «Special section-assessment of schemes for earthquake prediction; Are earthquakes predictable?». Geophys. J. Int. 131: pp. 505–525.


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